Es asequible una educación en UC

¿Es asequible una educación en UC?

La Opinión, Los Angeles, CA
02 de septiembre de 2007
    

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Este lunes 27 de agosto dimos la bienvenida a la Universidad de California en Berkeley a más de 6,400 nuevos estudiantes de licenciatura, 4,300 de los cuales entraron directamente de la preparatoria y 2,100 que en su mayoría se transfirieron de los colegios comunitarios. Aproximadamente 800 de estos alumnos se identificaron como chicanos o latinos. Es un número demasiado pequeño, pero que está aumentando cada año.

Los alumnos de esta nueva promoción de UC Berkeley son entusiastas, idealistas y, sobre todo, extraordinariamente talentosos y ambiciosos. Son el futuro del estado de California. Reflejan el maravilloso mosaico étnico que es California y vienen de las familias más ricas y las más pobres. Es de destacar que unos 7,500 alumnos de licenciatura, aproximadamente un tercio de nuestros estudiantes, provienen de familias cuyos ingresos están por debajo de los 40 mil dólares al año, y casi el mismo número son los primeros en sus familias en asistir a la universidad.

¿Cómo es esto posible, dada la creciente preocupación del público que el aumento de las colegiaturas está poniendo una educación universitaria fuera del alcance de su bolsillo?

En Berkeley, se calcula que el presupuesto de un alumno para el año escolar (que incluye 7,165 dólares en colegiatura, así como gastos de comida, hospedaje, libros, seguro médico obligatorio y otras necesidades) asciende a poco más de 25 mil dólares. Mientras que algunas familias pueden pagar esta cantidad sin dificultad, ¿cómo se las arregla un estudiante cuya familia gana menos de 40 mil dólares al año?

De hecho, en el año escolar 2007-08, este alumno sólo tiene que pagar ocho mil dólares (una cantidad a la cual le llamamos contribución apropiada del estudiante [self-help level])para educarse en una de las mejores universidades del mundo. Estos alumnos contribuyen con los ocho mil dólares a través de estudio-trabajo (work-study) y, si es necesario, obteniendo préstamos estudiantiles, mientras que los 17 mil restantes se los provee la universidad por medio de un sistema de ayuda financiera minuciosamente preparado. Esto es particularmente importante para la comunidad latina/chicana en UC Berkeley, ya que más de la mitad de nuestros estudiantes hispanos provienen de familias de bajos ingresos. Para todos los estudiantes, el costo real de una educación universitaria (que se diferencia del costo total) es más asequible si la contribución que se espera del alumno se mantiene baja. La contribución del estudiante es una cantidad que los recintos establecen cada año basándose en una formula que toma en cuenta el total de fondos disponibles para becas y subvenciones, el nivel de contribución de la familia y el costo anual para los estudiantes.

El veloz crecimiento del costo de vida, no el incremento de las colegiaturas, es el causante de los aumentos en la contribución que se espera de los alumnos. Una educación en UC Berkeley es más asequible para las familias pobres este año que desde 2004, aun cuando la Junta de Regentes ha aumentado las colegiaturas por un total de aproximadamente mil dólares en los últimos tres años. En los dos años pasados, en UC Berkeley hemos podido reducir la contribución que se espera de los alumnos de 8,600 a 8,000 dólares para el año que entra. Esto se ha logrado por medio de una combinación de ayuda financiera estatal y federal y la cuidadosa administración del recinto para contener los costos. Además, la UC guarda un tercio de los ingresos generados por el aumento de la colegiatura para proveer ayuda económica para los estudiantes de más bajos recursos. Esto provee suficientes fondos para que los estudiantes más pobres no tengan que pagar por aumentos de la colegiatura ahora o en el futuro. Esto quiere decir que mantener la colegiatura a un nivel fijo perjudica en lugar de ayudar a las familias pobres.

Mantener la educación en la UC asequible va a requerir más creatividad y energía en los años entrantes. Por poner un ejemplo, tenemos que aminorar las barreras financieras para las familias de clase media. Aunque hemos hecho esto notablemente para los estudiantes de familias pobres, la clase media todavía enfrenta retos significativos porque simplemente no contamos con suficiente dinero para proveer el mismo nivel de ayuda financiera para un estudiante proveniente de una familia que gana, digamos, 60 mil dólares al año.

Un segundo desafío es encontrar nuevas y generosas fuentes de ayuda financiera en el futuro cercano para mantener el nivel de la contribución que se espera de los estudiantes tan bajo como se pueda. Todas nuestras proyecciones indican que sin nuevas fuentes de ayuda financiera, la contribución que se espera de los estudiantes podría exceder 12 mil dólares de aquí a cinco años. ¿Representaría esto el punto crítico para aquellos que provienen de familias de bajos ingresos? Casi sin duda tendría un efecto extremadamente negativo para las oportunidades educativas de los estudiantes chicanos/latinos. No hay duda que tenemos que encontrar nuevas fuentes de ayuda financiera para reducir la carga de la clase media y a la misma vez garantizar la accesibilidad de nuestras grandes universidades a los californianos más pobres. No podemos darnos el lujo de esperar. Hay que hacerlo ya.

Durante los últimos dos años, he estado abogando en Sacramento por el establecimiento de una nueva asociación entre el estado y compañías privadas para recaudar fondos para la ayuda financiera de todos los estudiantes de la UC basada en la necesidad económica de cada alumno. La idea es la siguiente: supongamos que un donante generoso e idealista le de a la universidad 100 mil dólares para establecer un fondo de becas para estudiantes altamente meritorios de familias pobres. El estado se comprometería a contribuir una cantidad equivalente, por lo que el fondo total sería de 200 mil dólares. Los ingresos generados por este fondo proveerían becas en el futuro por un tiempo indefinido.

Este método ha tenido gran éxito en otros estados y en Canadá donde los donantes han dado generosamente en respuesta a las contribuciones equivalentes del gobierno. Desde el punto de vista del gobierno, estas contribuciones traerán nuevos fondos del sector privado para garantizar que nuestras universidades puedan cumplir con su misión pública. Es una estrategia que atrae tanto a demócratas como a republicanos. Una adjudicación del estado de $150 millones al año por los próximos siete años a esta asociación del sector privado y el público esencialmente podría garantizar que la Universidad de California continúe siendo accesible para todos los residentes por tiempo indefinido.

De aquí a 10 años, casi todos los estudiantes que entraron a Berkeley esta semana estarán utilizando su educación para contribuir a la sociedad como ciudadanos productivos. Tenemos que garantizar que de aquí a una década, los nuevos alumnos de licenciatura que entren a UC Berkeley todavía vendrán de todos los sectores de la población de California sin importar sus recursos. Esto es especialmente importante para la comunidad chicana/latina. Entonces estos alumnos podrán ser parte de la interminable cadena de graduados de la universidad quienes tanto han contribuido al estado y la nación. No hay mejor inversión en nuestro futuro común.

Robert J. Birgeneau es rector de la Universidad de California en Berkeley.